sábado, 27 de noviembre de 2010

CONCEPTOS IMPORTANTES

Burguesía
Se agrupa bajo este nombre a la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los medios de producción social y que emplean trabajo asalariado. La clase burguesa tiene su origen en la sociedad feudal; ella encabezó la revolución anti-feudal y enarboló las banderas de la doctrina liberal.

Capital
Valor que se valoriza. La forma inicial del capital es una masa de dinero cuya utilización en el proceso productivo capitalista permite a su dueño obtener una cantidad mayor que la inicial. El dinero sirve para comprar maquinarias y materias primas por una parte, y fuerza de trabajo por la otra, vale decir capital constante y capital variable. Una vez que posee capital constante y variable, el capitalista puede organizar la producción de un determinado bien; el valor de una unidad de ese bien debe ser mayor que la suma de las partes de capital constante y variable que se han usado en su producción. De esta forma, cuando todo el capital constante y variable adquirido haya sido gastado, o sea cuando las máquinas estén tan desgastadas que no pueden seguir siendo utilizadas, cuando hayan sido consumidas las materias primas y cuando haya vencido el contrato de los trabajadores, el dinero obtenido por la venta de lo producido ha de ser mayor que el invertido originalmente. En este sentido sostiene el marxismo que el capital es un valor que se valoriza.

Clases sociales
Grupos sociales antagónicos. Uno se apropia del trabajo del otro a causa del lugar diferente que ocupan en la estructura económica de un modo de producción determinado. Este lugar está determinado fundamentalmente (no exclusivamente) por la forma específica en que se relaciona con los medios de producción. Esta relación puede ser de dos tipos: relación de propiedad y relación de no-propiedad. Los grupos sociales antagónicos han existido siempre, afirma Marx: en la sociedad esclavista (amos y esclavos), en la sociedad feudal (señores y siervos), y en la sociedad capitalista (burguesía y proletariado).


Conciencia de Clases
Comprensión de la comunidad de intereses que existe entre los miembros de una clase determinada, así como -siempre dentro del esquema marxista- del antagonismo de esos intereses con los de la clase adversa. Ejemplo: En el Feudalismo los miembros de la naciente burguesía toman conciencia de clase cuando comprenden que los intereses económicos e ideológicos que los unen se oponen con los de los señores feudales. En ese momento inician la lucha política, su lucha de clases. De igual forma, continúa el análisis marxista, en la sociedad capitalista los miembros del proletariado toman conciencia de clases cuando comprenden que la condición de explotados que los identifica está en relación directa con la existencia de propiedad privada de los medios de producción , es decir con la existencia de la burguesía.

Derecho
La concepción marxista del derecho ubica a éste en la super-estructura de la sociedad. Así, entonces, para los marxistas el derecho constituye el conjunto de aquellas condiciones exteriores de producción que en una sociedad escindida en clases se expresan como normas consuetudinarias o escritas (normas jurídicas) y cuya mantención está garantizada por la fuerza controlada por el Estado.


Dialéctica
En su concepción de la dialéctica Marx recibió el legado de Federico Hegel, quien a su vez se inspiró en el griego Heráclito (VI a.C.). El recuerdo de Hegel palpitaba en la Universidad de Berlín cuando el joven Marx llegó a ese claustro a estudiar historia y derecho. Elevado en vida al rango de filósofo social de Alemania, Hegel había dado a sus discípulos una fórmula que llamó "dialéctica", que permitía comprender tanto los aspectos positivos como negativos de la historia, la ética, el derecho, la política y la biología. Sostenía que en el dramático conflicto de ideas, instituciones y sociedades, existe un gran principio armonizador(síntesis), que resulta de la acción (tesis) y negación (antítesis) de las cosas. Vivimos un proceso en el cual todo crece, cambia y vuelve a desarrollarse. Dicho en otra forma, en este proceso cada movimiento produce, por una reacción automática, su movimiento opuesto; y del conflicto resultante entre los opuestos (tesis y antítesis) nace la síntesis final. El Universo es un todo sistemático de cualidades positivas y negativas relacionadas entre sí. Toda cosa real implica la coexistencia de elementos contrarios.

Para explicar el impacto de esta teoría dialéctica en Marx, el autor Ernest R. Trattner señala que de inmediato el joven teórico empezó a analizar la historia como una marcha trabajosa a través de la oposición, o sea un movimiento triple (tesis, antítesis y síntesis), que constituye la ley de todo desarrollo. La historia no contiene una masa casual de acontecimientos, sino una unidad surgida entre las diversidades opuestas. Las cosas no son estáticas, sino transitorias. Están en movimiento.

La diferencia fundamental entre Hegel y Marx radica en lo que cada cual sostiene que produce ese movimiento en el proceso histórico. Hegel lo atribuye a lo Absoluto, vale decir Dios, o la Inteligencia Suprema, o el Espíritu Cósmico, o como quiera llamarse a cualquier fuerza extra-terrestre. Marx afirma, por el contrario, que son las causas económicas las que influyen en los movimientos de la historia. No dijo, como muchos creen erróneamente, que tales causas constituyen el factor único, porque el hombre también influye. Por eso difirió de Feuerbach, que postulaba un materialismo absoluto y que para negar el papel de la inteligencia aducía que "el hombre es lo que come". Hegel está calificado como "idealista", y Marx como "materialista".

En su libro "Anti-Dühring", Engels califica la dialéctica como la ciencia que estudia las leyes universales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad humana y del pensamiento. Es el método marxista de análisis y comprensión.

Dictadura del proletariado
Se llama en esta forma al tipo de Estado correspondiente al período de transición del capitalismo al socialismo. Se trata de una dictadura, vale decir, de un poder que no se apoye en leyes ni elecciones, sino directamente en la fuerza del proletariado armado. Su objetivo, para los teóricos marxistas, consiste en reprimir a las clases o grupos sociales que se oponen a la realización del socialismo.

La construcción del socialismo no puede alcanzarse de golpe. Exige un largo período de transición, por varios motivos. Reorganizar la producción representa una tarea difícil, se necesita tiempo para introducir cambios substanciales en todos los dominios de la vida y sólo con una lucha tenaz y prolongada puede superarse la fuerza de la costumbre de un modo burgués o pequeño burgués para dirigir la economía.

En la dictadura del proletariado -señalan los marxistas- todavía existen clases sociales. La lucha de clases, por tanto, no ha desaparecido, sino que reviste otras formas. El proletariado ha llegado a ser la clase dominante, pero su debilidad persiste todavía- Esta debilidad se sitúa a nivel de la infra-estructura económica y a nivel de la superestructura ideológica. La primera de ellas radica -según los marxistas-en la no correspondencia que se da entre las nuevas relaciones socialistas de producción establecidas en los sectores más importantes de la economía y las relaciones técnicas de producción que están algo atrasadas. La propiedad social de los medios de producción no va acompañada por una apropiación real de estos medios en forma colectiva; siguen dirigiendo la producción algunos técnicos y administradores formados en el régimen anterior.

Estado
Una de las nociones fundamentales en la doctrina marxista. Tiene mucha importancia en lo referente a la acción política de los partidos marxistas-leninistas: gran parte de las discusiones y polémicas en sus filas nace de apreciaciones diferentes acerca de esta noción.

"El Estado, dice Engels, es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enredado en una irremediable contradicción consigo misma y está dividida por antagonismos irreconciliables, que es importante conjurar. Pero a fin de que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna no se devoren a sí mismas y no consuman a la sociedad en una lucha estéril, se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la sociedad, llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los límites del "orden". Y ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella se divorcia de ella más y más, en el Estado".

El Estado, para los marxistas, aparece como un producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase. Señalan que por regla general pertenece a la clase más poderosa, la clase económicamente dominante. Por excepción, en algunos períodos las clases en lucha están tan equilibradas que el poder del Estado, como mediador aparente, adquiere cierta independencia momentánea respecto a una y otra. Tal aconteció, según el análisis marxista, con la Monarquía absoluta de los siglos XVII y XVIII, con el bonapartismo del primero y segundo Imperios en Francia y con Bismarck en Alemania. También en la Rusia republicana, en el gobierno de Kerenski. Para los marxistas el Estado no ha existido siempre.

Fuerza de trabajo
Conjunto de condiciones físicas y espirituales que se dan en la personalidad viviente de un hombre y que ésta pone en acción al producir bienes de cualquier clase.

En la sociedad capitalista, señala la teoría marxista, la fuerza de trabajo se transforma en mercancía. Esto se debe a que al no tener acceso a la propiedad de los medios de producción, el hombre, para subsistir, se ve obligado a vender su capacidad o fuerza de trabajo como mercancía.

La fuerza de trabajo es una particular mercancía cuyo valor de uso es el trabajo y cuyo valor de cambio es el salario.

Para Marx, los economistas anteriores a la formulación de sus ideas confundían los conceptos de trabajo y fuerza de trabajo. Mientras que la fuerza de trabajo no pasa de ser una capacidad, el trabajo es la materialización de esa capacidad en un producto determinado. No podemos, por tanto, hablar de trabajo independientemente de un producto: no podemos decir tampoco que el obrero venda su trabajo, ya que ello significaría la venta de un producto elaborado.

Fuerza de trabajo es un concepto importante dentro de la teoría del valor marxista. Ella constituye la única fuente generadora de nuevo valor; incorpora al producto en el cual se plasma, un valor mayor que aquel en que fue adquirida (salario).

La Fuerza de trabajo del proletario se conoce vulgarmente como mano de obra, mientras que a su trabajo se le llama obra de mano.

Fuerzas productivas
El hombre, las formas y medios que éste utiliza para actuar sobre la naturaleza ( y también sobre objetos con cierto grado de elaboración) en el proceso de producción. En otras palabras las materias que brinda la naturaleza, las maquinarias e instrumentos de la producción, sus métodos y técnicas, los hombres y su experiencia, son fuerzas productivas.

Resulta fundamental destacar el carácter eminentemente dinámico de las fuerzas productivas. Están siempre desarrollándose; se extraen más y mejores materias de la naturaleza, se crean nuevas técnicas, se inventan mejores maquinarias, aumenta la población, etc. Es en este sentido que se habla de "nivel de desarrollo de las fuerzas productivas" (Materialismo Histórico).

Lucha de clases
Enfrentamiento que se produce entre dos clases sociales antagónicas cuando luchan por sus intereses estratégicos de largo plazo. Por ejemplo, el interés estratégico a largo plazo de una clase dominante consiste en perpetuar su dominio, el de una clase dominada en destruir el sistema de dominación y el enfrentamiento que se produce entre ambas clases constituye la lucha de clases proclamada por el marxismo. Marx y Engels afirman en el Manifiesto Comunista: "La Historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases". Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, o sea, en términos marxistas, opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada algunas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes. Los marxistas señalan que las huelgas, manifestaciones callejeras, las tomas de fábricas, terrenos y fundos, etc., sólo pueden ser consideradas insertas en el contexto de la lucha de clases que sostiene el proletariado con la burguesía, en la medida en que el proletariado visualice como su objetivo final la destrucción de la burguesía como clase.

Marxismo
Básicamente, una concepción del mundo: una visión global de la naturaleza y del hombre.

La concepción marxista se opone a las concepciones cristiana e individualista. La cristiana afirma la existencia de una jerarquía de seres, actos, valores, formas y personas en cuya cima se halla el Ser Supremo. La individualista acepta al individuo (y no ya la jerarquía) como la realidad esencial; el individuo poseería la razón en sí mismo, en su propia interioridad. La concepción marxista, por su parte, se niega a establecer una jerarquía exterior a los individuos, pero no acepta como marco final la conciencia del individuo y el examen de esa conciencia aislada. Advierte realidades que escapan a tal examen: son éstas, realidades naturales (la naturaleza, el mundo exterior), prácticas (el trabajo, la acción), sociales e históricas (la estructura económica de la sociedad, las clases sociales).

La filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés forma, al decir de Lenin, "las tres fuentes y las tres partes integrantes del marxismo".

La filosofía del marxismo es el materialismo.

La economía política clásica anterior a Marx se había formado en Inglaterra, el país capitalista más desarrollado. Adam Smith y David Ricardo sentaron con sus investigaciones del régimen económico las bases de la teoría del trabajo, base de todo valor. Marx prosiguió su obra proclamando que el valor de toda mercancía lo determina la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesario invertido en su producción.

Materialismo Histórico
Estudio de las leyes generales que explican el desarrollo de las sociedades. Se trata de establecer cuáles son los mecanismos que permiten el nacimiento, devenir y muerte de una sociedad. Dicho de otro modo, explicar por qué se produce, por ejemplo, el paso de la sociedad Comunista primitiva a la sociedad esclavista, de la esclavista a la feudal, de la feudal a la capitalista, de la capitalista a la socialista.

El marxismo postula que sólo el conocimiento de las leyes del movimiento de las sociedades puede llevar a una previsión científica del porvenir histórico en sus grandes líneas, ejercer una influencia oportuna sobre él, y aun dirigirlo, dentro de ciertas condiciones.

Esta concepción marxista y materialista de la historia parte de un análisis del proceso de producción, y de la manera en que éste se organiza para interpretar la forma que asumen las instituciones jurídicas y políticas, así como las formas de conciencia, de religión, de ética, etc., que a ellas corresponden: el Materialismo Histórico, especificaron los comentaristas, no niega la existencia y el papel del pensamiento y de la conciencia, no niega que los hombres tengan determinadas ideas y actúen de acuerdo a determinadas concepciones, sino que explica tales concepciones de acuerdo a la estructura material de la sociedad.

La ley fundamental del Materialismo Histórico puede resumirse así: de acuerdo a las condiciones materiales que lo rodean, es decir, de acuerdo, en último término, al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas el hombre organiza la producción de una determinada forma, entra en determinadas relaciones de producción. El conjunto de las relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, base sobre la cual se levantan las instituciones jurídicas y políticas, a las que corresponden determinadas formas de la conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general.

Dado el carácter eminentemente dinámico que tienen, las fuerzas productivas siguen desarrollándose dentro del marco de las relaciones de producción que le han dado origen, hasta llegar a un punto tal que, de formas de desarrollo, estas relaciones se transforman en trabas suyas.

Las fuerzas productivas sólo podrán seguir su desarrollo cuando las viejas relaciones de producción sean cambiadas por unas nuevas y más evolucionadas. En ese momento histórico se verifica el nacimiento de una nueva sociedad. Al cambiar la estructura económica, se revoluciona más o menos rápidamente toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Resulta importante destacar que ninguna sociedad desaparece antes que se desarrollen todas la fuerzas productivas que encuentren campo de acción en ella. Jamás aparecen nuevas y más perfectas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Lo anterior explica el marxismo tomando como ejemplo el desarrollo de la agricultura a través de la historia. Primitivamente se practicaba en comunidad. La agricultura primitiva conoció distintas etapas de desarrollo técnico y económico, hasta que el modo de explotación en comunidad se transformó en un obstáculo para el progreso, es decir para el desarrollo de las fuerzas productivas.

Entonces, de la forma colectiva de propiedad del suelo se pasó a la propiedad individual del mismo y de los medios de producción agrícola, o en otras palabras se verificó un cambio en las relaciones de producción. Ello permitió un trabajo mucho más intenso y facilitó el aumento de las fuerzas productivas. Pero esta clase de economía también aparece atrasada cuando, gracias al desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas en su seno, aparecen métodos superiores y se introduce la maquinaria en la agricultura. En las condiciones de explotación agrícola individual resulta imposible utilizar en forma eficiente los nuevos descubrimientos. Se hace necesario entonces cambiar la organización de la producción agrícola. Aparece la división del trabajo, la producción social, el trabajador asalariado. Aparecen, en resumen, nuevas relaciones de producción, aparece la explotación capitalista de la tierra.

El paso de un modo de producción a otro no se realiza para el marxismo automáticamente en el momento en que aparece la contradicción entre las Fuerzas Productivas y las Relaciones de Producción, sino que debe llevarlo a cabo el hombre, mejor dicho las clases de la sociedad para las cuales el modo de producción existente se transforma en un obstáculo para su desarrollo y cuyo papel en el proceso productivo ha hecho nacer en ellas lo gérmenes de un modo de producción superior.


Medios de producción
Todos aquellos elementos que participan en el proceso productivo, a excepción de la fuerza de trabajo. Básicamente intervienen tres: el objeto sobre el cual se trabaja, los medios con que se trabaja y la actividad humana utilizada en el proceso. El concepto "medios de producción", como está dicho, abarca a los dos primeros.

El objeto sobre el cual se trabaja puede ser de dos tipos: materia bruta o sustancia que proviene directamente de la naturaleza; y materia prima o sustancia que ya ha sufrido una modificación cualquiera efectuada por el trabajo.

En cuanto a los medios con los cuales se trabaja, Marx distingue un sentido estricto y un sentido amplio. Los medios de trabajo en sentido estricto son las cosas o conjuntos de cosas que el trabajador interpone directamente entre él y el objeto sobre el cual trabaja (materia bruta o prima). Sirven de intermediario entre el trabajador y el objeto sobre el cual se trabaja.

Ejemplos: la máquina de coser en una industria de confección, la pala mecánica en la extracción de minerales, etc. Los medios de trabajo en sentido amplio comprenden además de los medios ya señalados, todas las condiciones materiales que, sin intervenir directamente en el proceso de transformación, resultan indispensables. Ejemplos: el suelo, las rutas, los canales, etc.


Mercancía
Objeto apto para satisfacer necesidades humanas, de cualquier tipo que ellas sean. Estas necesidades pueden brotar, por ejemplo, "del estómago o de la fantasía", pueden ser físicas o espirituales. La mercancía puede satisfacer las necesidades humanas en forma directa o indirecta, vale decir como objeto de disfrute o como objeto que sirve para fabricar nuevos objetos de disfrute, como medio de producción.

El nacimiento de la producción mercantil, que a la postre significó el aparecimiento de la sociedad capitalista, depende de dos condiciones históricas. La primera es la división social del trabajo, que entraña la especialización de los productores en determinados tipos de bienes. Al dedicar todos los esfuerzos a un solo tipo de producción, cada productor obtiene mejores resultados, tanto en cantidad como en calidad, pudiendo intercambiar sus excedentes con los obtenidos por los demás productores y completar toda la gama de mercancías necesarias para su subsistencia. Podemos decir, en consecuencia, que son mercancía todos aquellos bienes producidos para el intercambio. La segunda condición que marca el aparecimiento de la producción mercantil, y que surge como consecuencia de lo anterior, es la producción privada e independiente, con propiedad privada sobre los medios de producción y sobre los productos que se obtienen con su uso (mercancías).

Para Marx, la mercancía constituye la forma elemental donde se refleja la razón de ser del Capitalismo: Por esta causa, el análisis que hace de la sociedad capitalista en "El Capital" parte de un análisis de la mercancía.

Modo de producción
Unidad de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, en el proceso de elaboración de los bienes materiales. Este modo de producción determina la estructura de la sociedad. Por ejemplo, el modo capitalista, basado en la propiedad privada sobre los medios de producción, determina la división de la sociedad en dos clases antagónicas, el proletariado y la burguesía. Todas las relaciones sociales de la sociedad capitalista, incluyendo las concepciones políticas, jurídicas, religiosas o artísticas, así como las instituciones sociales, políticas, jurídicas y de otro tipo, se hallan condicionadas, para el marxismo, por el modo capitalista de los medios de producción.

La estructura de la sociedad, de acuerdo a esto, no depende de los deseos ni de las intenciones de los hombres, ni de las ideas ni de las teorías, ni de las formas del Estado ni del Derecho. El carácter y la estructura de toda sociedad se hallan determinados por el modo de producción imperante.. Al cambiar este modo de producción, cambia también todo el régimen social, cambian las ideas políticas, jurídicas, religiosas, artísticas, filosóficas y cambian las instituciones correspondientes. El cambio de modo de producción constituye una revolución.


Plusvalía
Parte del valor generado por el trabajo del obrero, por la utilización de su fuerza de trabajo, que queda en poder del capitalista dentro del análisis marxista. La fuerza de trabajo es una particular mercancía cuyo valor de cambio (salario)es menor que el valor que aporta alproducto. La diferencia entre el salario pagado al obrero y la parte del valor que éste aporta al producto(valor) se llama plusvalía.

Para el marxismo, la fuerza de trabajo es la única fuente de plusvalía, la única creadora de nuevo valor. Las materias primas y maquinarias utilizadas sólo transfieren su valor al nuevo producto. No lo incrementan. Siendo así, durante la jornada de trabajo el obrero debe crear valor para cubrir su salario, y la plusvalía que corresponde al capitalista. El tiempo que tarda en crear su salario es el tiempo de trabajo necesario, en tanto que el que corresponde a la plusvalía, es el tiempo de trabajo excedente.


Producción
Todo proceso a través del cual un objeto, ya sea natural o con algún grado de elaboración, se transforma en un producto útil para el consumo o para iniciar otro proceso productivo. La producción se realiza por la actividad humana de trabajo y con la ayuda de determinados instrumentos que tienen una mayor o menor perfección desde el punto de vista técnico.

Este concepto tiene vital importancia en la teoría marxista, ya que de acuerdo a ella, en el proceso productivo los hombres crean sus condiciones materiales de vida, es decir su vida material, que sirve de fundamento a la vida espiritual e intelectual. Marx:. "El ser social determina la conciencia social". O, dicho de otro modo, personas que tienen similares condiciones de vida tienen también similares formas de plantearse frente al medio que los rodea. Por esta razón podemos hablar de la forma de ser de los campesinos; también por esto un obrero de los años de la revolución industrial en Inglaterra pensaba de manera distinta que uno de nuestros días. El obrero sigue siendo obrero sólo que han cambiado las condiciones materiales de vida.


Proletariado
La clase de los trabajadores asalariados moderna, que privados de medios de producción propios deben vender su fuerza de trabajo para poder subsistir.


Relaciones de producción
Las que se establecen entre aquellas personas que de una u otra forma participan en el proceso productivo y los medios de producción. Se distinguen las relaciones técnicas de producción (que se refieren al control o no control) de las relaciones sociales de producción (que implican propiedad o no propiedad sobre los medios).

El artesano del siglo XVIII debía hacer gala de habilidad personal para elaborar sus productos. De la pericia con que manejara sus instrumentos de trabajo, tijeras y agujas, por ejemplo, dependía la calidad de lo que entregaba a sus clientes. Tenía, por tanto, control absoluto de los medios de producción y era al mismo tiempo su propietario. En la sociedad capitalista, donde la producción se encuentra altamente tecnificada, la tarea del obrero se reduce, en muchos casos, a apretar botones para que la máquina trabaje. No tiene control sobre los medios de producción ni es tampoco su propietario. A diferencia de las fuerzas productivas, las relaciones de producción tiene un carácter estático. Nacen cuando una nueva sociedad nace y son su esencia. Duran lo que es sociedad dura. De esta forma, cuando se destruyen las relaciones de producción de la sociedad esclavista, surgen nuevas relaciones de producción (feudales) que dan origen a la sociedad feudal.

Así también, las relaciones de producción feudales son desplazadas por los capitalistas, dando origen al capitalismo; y las relaciones de producción capitalistas son reemplazadas por las socialistas dando origen al socialismo.

El que los hombres entren en determinadas relaciones de producción, no depende de su conciencia, sino de las condiciones materiales de vida. Depende, en última instancia, del nivel de desarrollo de las fuerzas productivas.

El conjunto de las relaciones de producción de un sistema es lo que se llama Base o Infraestructura económica.


Revolución
Proceso mediante el cual la clase dominada de una sociedad sacude su condición de tal, a través de un enfrentamiento con su clase antagónica. Un proceso revolucionario debe provocar, según los marxistas, una profunda transformación en el orden político, económico y social, con cambio radical en las antiguas relaciones sociales de producción. Se producen también cambios en toda la superestructura.

En síntesis, una revoluciones un proceso impulsado por la gran masa de la sociedad y que trae como consecuencia una variación total en el modo de producción imperante. Un determinado hecho, sea de carácter político, económico o social, alcanza el carácter de revolución cuando substituye el modo de producción imperante. Digamos de paso que entiéndese por "modos de producción" las relaciones sociales y de propiedad que determinan tanto la posesión y dominio de los medios de producción como su distribución. No confundir con "técnicas de producción", que comprenden los inventos, máquinas, habilidades y organización con que los hombres producen.


Socialismo
Su concepto tiene en la terminología marxista un sentido bien preciso y además diferente del sentido que otras corrientes de pensamiento le han dado. El marxismo identifica al socialismo como un régimen de transición al comunismo.

La doctrina de Marx y Engels acerca del socialismo, conocida como teoría del socialismo científico, señala que se trata de un régimen superior al régimen capitalista. En palabras de sus teóricos, "sustituye la propiedad privada de los medios de producción por la de los medios de producción por la propiedad colectiva, instaura la dictadura del proletariado para poder realizar esta tarea y lanza las bases para una sociedad superior basada en la abundancia, la igualdad social y el pleno desarrollo del individuo".

El socialismo no elimina las contradicciones de clase sino que crea las condiciones para eliminarlas. No elimina la dominación estatal, ni las relaciones de producción asalariadas, ni la división del trabajo entre trabajadores intelectuales y manuales, sino que echa las bases para su eliminación posterior en la sociedad comunista.

Los teóricos del marxismo han caracterizado al régimen socialista como aquel en que a cada uno se pide la entrega de todas sus capacidades y se lo remunera de acuerdo a su trabajo; esto significa la conservación de desigualdad de los individuos, determinada para por las diferencias individuales y de origen social. La sociedad comunista pide a cada uno de acuerdo a su capacidad y lo remunera de acuerdo con su necesidad; de esta forma se eliminan los antagonismos sociales que subsistían en el socialismo.


Superestructura
En general, se entiende por superestructura al conjunto de los fenómenos jurídico-políticos e ideológicos y las instituciones que los representan.

El estado, el derecho, las ideologías, las religiones, las manifestaciones artísticas, etc., son hechos sociales que se inscriben en el contexto de la superestructura de una determinada sociedad.

La base económica (infraestructura) de la sociedad determina siempre la superestructura. Marx y Engels postulan que para estudiar la sociedad no se debe partir de lo que los hombres dicen, imaginan o piensan, sino de la forma en que producen los bienes materiales necesarios para su vida. La determinación de la superestructura por la infraestructura no debe entenderse como una determinación mecánica, sino que como una determinación de última instancia; vale decir, que las condiciones económicas finalmente determinan, pero las otras instancias de la sociedad desempeñan también un papel.

Valor
El valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirlo. La cantidad de trabajo que un bien encierra se mide por el tiempo de trabajo que se gastó en producirlo. Esto no significa -advierte el marxismo- que las mercancías encierran tanto o más valor cuanto más holgazán o más torpe sea el hombre que las produce o, lo que es lo mismo, cuanto más tiempo tarde en producirlas. Por ello se habla de tiempo de trabajo socialmente necesario, o sea aquel que se requiere para producir una mercancía cualquiera, en las condiciones normales de producción y con el grado medio de destreza e intensidad de trabajo imperantes en la sociedad.

La magnitud del valor de una mercancía permanece constante mientras no varíe el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. Pero éste varía al cambiar la capacidad productiva del trabajo, la cual depende de diversos factores, entre los que se cuentan: grado de destreza medio del obrero, progresos de la ciencia y de sus aplicaciones técnicas, volumen y eficacia de los medios de producción, y las condiciones naturales. Así, por ejemplo, la misma cantidad de trabajo que en años de buena cosecha arroja 8 sacos de trigo, en años de mala cosecha sólo arroja 4, aumentando al doble el valor de cada saco. El rendimiento obtenido en yacimientos minerales con una misma cantidad de trabajo, variará según se trate de yacimientos más pobres o más ricos. Los diamantes son raros en la corteza de la tierra; por eso su extracción supone, por término medio, mucho tiempo de trabajo, y ésta es la razón de que representen, en dimensiones pequeñísimas, cantidades de trabajo enormes.

Un objeto puede ser útil sin ser valor. Así ocurre cuando la utilidad que ese objeto encierra para el hombre no se debe al trabajo. Tal es el caso del aire, de la tierra virgen, de las praderas naturales, etc. Por otra parte, ningún objeto inútil puede ser valor. Si es inútil también lo será el trabajo que encierra; no contará como trabajo ni representará, por tanto, valor.

En términos cuantitativos, el valor de un bien se descompone en valor de las materias primas usadas (evidentemente, este valor está dado por la cantidad de trabajo invertida en la producción de ellas), valor del monto en que las maquinarias se desgastan en su producción (depreciación), valor de la fuerza de trabajo usada (salario) y plusvalía (beneficio del capitalista) generada por la fuerza de trabajo. Si bien el valor de cambio es la expresión formal del valor, no siempre ambos tienen la misma magnitud. El valor de cambio, o precio, oscila por la presión de distintas fuerzas del mercado como la oferta, demanda, etc., pero siempre en torno a la magnitud del valor.


Valor de cambio
Proporción en que se cambian mercancías de una clase por mercancías de otra y que varía con los lugares y los tiempos. Si con un saco de salitre podemos obtener dos de harina, fijaremos el valor de cambio de un saco de salitre en dos sacos de harina. Asimismo, si podemos obtener una cajetilla de cigarrillos sacrificando 5 escudos, diremos que el valor de cambio de dicha cajetilla es de cinco escudos.

Este valor de cambio, o precio, si bien oscila de acuerdo con el juego de las fuerzas de mercado, lo hace siempre en torno al valor. De esta manera, el valor de cambio de una mercancía no es una relación cuantitativa meramente casual; el valor de cambio es una expresión del valor.
EVER TENEPPE 17767425
CRF

Anarquismo y marxismo

 
 


El anarquismo y el marxismo son las dos ramas principales en las que se ha dividido históricamente el movimiento socialista. Ambas han realizado una crítica al sistema capitalista oligárquico y han buscado una alternativa para sustituir a éste. Las relaciones entre anarquistas y marxistas no han sido siempre fáciles puesto que pese a compartir su crítica hacia el capitalismo, en especial el anarquismo, han manifestado visiones diferentes manteniendo varios puntos de discordia. Para Karl Marx las ideas de Pierre-Joseph Proudhon eran, según su opinión, las propias de la pequeña burguesía francesa de su época. Asimismo Mijaíl Bakunin se enfrentó con Marx en los debates de la Primera Internacional por la cuestión del derecho de herencia. Para el primero era imprescindible su abolición, para el segundo era una idea secundaria pues la abolición de la propiedad privada de los medios de producción llevaría implícita la desaparición de la herencia.

A continuación se examinan algunas de estas divergencias entre los anarquistas y los marxistas en diversas cuestiones, así como también los puentes tendidos en los últimos tiempos por corrientes como el situacionismo o el autonomismo.

Contenido
1 Puntos de discordia entre anarquistas y marxistas
1.1 Economía
1.2 El Estado
1.3 Las clases sociales
1.4 Origen histórico de las divergencias
1.5 La participación política
2 Notas
3 Véase también
4 Enlaces externos

Puntos de discordia entre anarquistas y marxistas
Desde el anarquismo se dice, al respecto del marxismo(lenin) sobre todo en su versión predominante (marxismo-leninismo), que la libertad no se puede alcanzar mediante la dictadura, el bienestar no se puede alcanzar desde la miseria, la participación activa del pueblo no se puede alcanzar desde un centralismo absoluto, la solidaridad no se puede imponer a la fuerza, el humanismo no se logra desconociendo las características e intereses de los individuos, así como la abundancia, independencia y equidad económica no se puede lograr monopolizando la propiedad por parte del Estado.

Economía
Véanse también: Economía anarquista y Economía marxista
El anarquista Benjamin Tucker comenta sobre las diferencias entre Karl Marx y los anarquistas como Pierre-Joseph Proudhon y Josiah Warren sobre la concepción del capital y por lo tanto la solución para superar el capitalismo:

Marx resolvió el problema al declarar al capital una cosa diferente del producto, y mantener que el capital pertenecía a la sociedad, que debe ser capturado por ésta y empleado para el beneficio de todos por igual. Proudhon, por el contrario, despreció esta distinción entre capital y producto. Mantuvo que capital y el producto no son diferentes clases de riqueza, sino simplemente condiciones o funciones alternativas de la misma riqueza; que toda la riqueza sufre una incesante transformación de capital a producto y, nuevamente, de producto a capital,

Benjamin Tucker, Socialismo de Estado y anarquismo: en qué coinciden y en qué difieren
Por su parte el Diccionario soviético de filosofía comenta del anarquismo:

El anarquismo no va más allá de las frases generales contra la explotación, no comprende cuáles son las causas de esta última, ni la lucha de clases como fuerza creadora para la realización del socialismo.
Los anarquistas ven que el capitalismo plutocrático se sustenta en el Estado o en alguna forma de coerción, es decir en los privilegios otorgados por el poder político, mientras que para los marxistas el capitalismo es un fenómeno económico antes que político.

Engels dejó claro que el capital tenía una prioridad superior al Estado en la secuencia de causa y efecto y dibujó la línea entre marxistas y anarquistas en esta cuestión. En una carta del 4 de septiembre de 1867, Engels resumió convenientemente la diferencia entre los anarquistas y socialistas de Estado: "Ellos dicen 'abolid el Estado y el capital se irá al demonio'. Nosotros proponemos hacer al revés". Engels fue bastante acertado al dibujar la línea donde lo hizo. Como los liberales clásicos, los socialistas libertarios (incluyendo tanto a los laissez-fairistas como Benjamin Tucker como los colectivistas como Bakunin) vieron la explotación como imposible sin el poder de un Estado para aplicar la coerción. Las clases dirigentes sólo funcionan a través del Estado.

Kevin Carson, Teorías austriaca y marxista del capital monopólico. Una síntesis mutualista
En el anarcocapitalismo también se han llegado a ubicar paralelismo, salvando las diferencias, entre las tesis más libertarias de la teoría marxista y las de la Escuela austríaca.


El Estado
Véase también: Antiestatismo
Los politólogos modernos generalmente definen al Estado según la propuesta de Max Weber de 1918 en la que éste es una institución de gobierno centralizada y jerárquica que mantiene un monopolio sobre el uso de la violencia legítima. Esa definición es aceptada por casi todas las escuelas de pensamiento político incluyendo el anarquismo. El marxismo tiene una definición del Estado diferente, donde éste es un instrumento de represión de una clase social sobre las demás clases. Para los marxistas, cualquier Estado es básicamente una dictadura de una clase sobre las demás clases. Así, en la teoría marxista, cuando desaparezca la diferenciación de clases, el Estado también lo hará.

Sin embargo, hay algunos puntos de vista convergentes. Los anarquistas creen que cualquier Estado sería dominado inevitablemente por una élite política y económica, con lo que efectivamente sería un instrumento para la dominación de clase. Los marxistas creen que una represión de clase efectiva requiere una capacidad superior para ejercer la violencia, y todas las sociedades anteriores al socialismo son gobernadas por una clase minoritaria, así que en la teoría marxista, cualquer Estado no socialista tendrá las características atribuidas a todos los estados por los anarquistas y demás corrientes políticas.

Las clases sociales
Véase también: Lucha de clases
Tanto para los anarquistas como para los marxistas los análisis de clases se basan en la idea de que la sociedad está dividida en diferentes clases sociales, cada una con unos diferentes intereses de acuerdo a sus circustancias materiales. Difieren, sin embargo, en el lugar donde se dibuja la línea divisoria entre esos grupos.

Para los marxistas, las dos clases más relevantes son la burguesía (propietarios de los medios de producción) y el proletariado (trabajadores asalariados). Marx creía que las circustancias únicas de los trabajadores industriales les incitaría a organizarse y tomar el Estado y los medios de producción a la clase propietaria, colectivizándolos y creando una sociedad sin clases, administrada por y para los trabajadores. No consideró a los campesinos, los pequeños burgueses o pequeños propietarios y el lumpemproletariado (los desempleados y el estrato más bajo del proletariado) como elementos capaces para la revolución.

El análisis de clases anarquista es anterior al marxista y difiere de éste. Los anarquistas argumentan que no es la totalidad de la clase dirigente la que actualmente tiene el control del Estado, sino una minoría que es parte de la clase dirigente, que defiende sus propios intereses y preocupaciones, principalmente conservar el poder. Una minoría revolucionaria que tome el poder del Estado y lo imponga al pueblo sería tan autoritaria como la minoría dirigente en el capitalismo, y podría constituirse a sí misma en una clase dirigente. Esto fue predicho por Bakunin mucho antes de la Revolución Rusa y la caída de la Unión Soviética.

También, los anarquistas han comentado que para que una revolución triunfe se necesita el apoyo del campesinado, y eso sólo se puede lograr redistribuyendo la tierra entre los campesinos sin tierra y minifundistas. Esto es, se rechaza explícitamente la colectivización forzosa de la tierra, aunque la colectivización voluntaria se considera más eficiente y se apoya. Por ejemplo durante la Revolución Española, los anarquistas impulsaron centenares de colectividades pero solamente una minoría controlaba toda la tierra, a los pequeños campesinos se les permitió trabajar la tierra individualmente siempre que no utilizasen trabajadores asalariados.

El anarquista estadounidense Michael Albert, exponente del Parecon, ha criticado al marxismo al este no considerar lo que el llama la clase "coordinadora" (gerencial) la cual emerge cuando los propietarios de los medios de producción delegan a administradores asalariados el manejo de sus empresas. En si Albert mira cómo esta debilidad del marxismo es causa del autoritarismo, el burocratismo y el centralismo de los países del este de Europa bajo el régimen de "socialismo real".

Origen histórico de las divergencias
En su libro ¿Qué es la propiedad?, Pierre-Joseph Proudhon, con argumentos históricos, jurídicos, y económicos, procura demostrar que la propiedad sobre ciertos bienes en el orden político presente es un acto de robo, Proudhon idenfica la propiedad como un derecho inalienable de todo individuo que justamente el orden económico político no respeta en pos de beneficiar a unos pocos. Proudhon critica el concepto de la renta como la idea de exigir algo a cambio de nada. Identifica por vez primera a una parte de la población (los obreros) como los productores de riqueza, y a otra como los usurpadores de ésa riqueza (la burguesía). Concluye que esta apropiación de propiedad sólo puede ser posible a través de una imposición jurídica por parte del Estado. Por lo tanto, según Proudhon, los ciudadanos nunca estarán libres de la expoliación hasta que desaparezca el Estado.

Proudhon consideraba que un cambio violento apenas implicaría un cambio de gobierno, y que no modificaría las relaciones sociales en nada. Éstas tendrían que ser modificadas gradualmente por la sociedad. En Sistema de contradicciones económicas o filosofía de la miseria, Proudhon afirma que después de haber provocado el consumo de productos por la abundancia de productos, las sociedades estimulan la escacez por el bajo nivel de los salarios. Esta idea es conocida con el nombre de "crisis de supeproducción subconsumo".

En 1847 Marx escribe La miseria de la filosofía en la que critica a Proudhon y da inicio al conflicto entre dos corrientes laboralistas que empezaban a definirse en la Primera Internacional y cuya división continúa hasta hoy. El principal desacuerdo fue que para Proudhon y Mijaíl Bakunin, otro teórico anarquista, la revolución sería imposible sin la abolición inmediata del estado, mientras que para Marx y Engels, el Estado podría ser una parte instrumental del proceso revolucionario. Y mientras que Proudhon y Bakunin rechazaban cualquier proceso autoritario en la revolución, Marx y Engels no lo hacían. Proudhon y Bakunin recharon la comunidad de bienes y la repartición por necesidades por idenficiarlas como inviables o tendientes al parasitismo.

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FUENTE:http://es.wikipedia.org/wiki/Anarquismo_y_marxismo

Cultura marxista

Nos adentramos, y somos conscientes de ello, en mares procelosos. Calificar de idiotología al marxismo es, probablemente, desacertado, pues se trata de un pensamiento político trabajado, con una base doctrinal potentísima y que ha sido aplicado, con los excelentes resultados que pueden verse en Corea del Norte, Cuba, China, Polonia o la misma madre patria Rusia, en numerosos países durante muchos años. Es más, nos cuesta calificar como disparate una ideología que ha permitido ligar a tanta gente necesitada (incluido algún redactor de esta página como el que esto escribe) y que no tenía otra salida que pontificar sobre la plusvalía, el materialismo dialéctico y las contradicciones de las sociedades capitalistas si pretendía comerse alguna rosca. Sin embargo hay otros motivos que nos hacen pensar que el marxismo, en realidad, era una gran tontería inflada pero que, al ser ideada por un alemán, todo el mundo se la tomó en serio.

Los orígenes. Siglo XIX. Europa. Un fantasma recorre el Viejo Continente. Los hijos de la burguesía acomodada que, al no ser los primogénitos no heredan la gestión de los menesteres paternos, tienen mucho tiempo libre y deciden emplearlo en leer libros y analizar el pensamiento político de Occidente. Las consecuencias de semejante actitud no son excesivamente perniciosas en países como el Reino Unido (donde inventan la sociedad victoriana, los clubs y las reuniones sociales), Francia (que ve cómo las fuerzas vivas se dedican a crear repúblicas, imperios y monarquías sin parar) o España (no tenemos palabras que permitan condensar el siglo XIX español) pero resultan demoledoras en Alemania, ya que en la entonces Prusia su población, cuando se ponía manos a la obra, lo hacía con todas las consecuencias. Como en el XIX tocaba pensar y elucubrar (la estabilidad política es enorme gracias al invento de la burocracia prusiana) toda una generación de instruidos alemanes se puso a ello y han logrado martirizar a generaciones y generaciones de filósofos, traductores y lectores. Tras la estela de una personalidad señera como Hegel, que logró sembrar el terreno de la "derecha hegeliana" y la "izquierda hegeliana", y acunado en esta última aparece Marx.


Las diferencias entre la izquierda hegeliana y la derecha hegeliana no se han analizado nunca en profundidad. Al parecer, y resumiendo, Hegel inventó un gran concepto, que llamaremos "el eso" y que era todo. Nada podía entenderse sin "el eso". La derecha identificó "el eso" con Alemania, como habría hecho todo buen alemán y como de hecho hizo el propio Hegel, en versión Imperio, eso sí. Esta situación permite afirmar que, probablemente, el nazismo es la versión más acabada de la derecha hegeliana en su modelo postindustrial si no profundizamos en el análisis de las verdaderas bases del pensamiento nacionalsocialista. Aunque errónea, la afirmación muestra la fuerza épica que ha tenido siempre el concepto de "el eso". Por el contrario la izquierda hegeliana se caracterizó por tratar de buscar otro ser incorpóreo que cumpliera mejor los cometidos de un "eso" como Dios manda. Marx acabó por encontrarlo y para él "el eso" es el proletariado.

El proletariado. El concepto de proletariado es básico para el marxismo, pues en él se basa toda la teoría y, sobre todo, permite hablar en las reuniones empleando términos tan chulos como "lumpenproletariado" que epatan mucho y te hacen sentir importante (en general el truco es coger cualquier palabra que tenga una connotación negativa y añadirle el sufijo, largo pero resultón, -proletariado, lo que permite construcciones como subproletariado o vangaalproletariado). El proletariado es todo y debe confluir en una voluntad universal que imponga un nuevo orden que satisfaga sus necesidades, que son las de todos (no olvidemos que el proletariado es "el eso" y, en consecuencia, es todo). El problema de las grandes construcciones de teoría política es que inevitablemente tropiezan con la existencia de intereses en conflicto y todas ellas pretenden una composición idónea de los mismos. El marxismo, gracias a su "eso" particular, logró zafarse de esa peligrosa dinámica y construir un modelo de sociedad donde no hay intereses encontrados. Como el proletariado, en realidad, representa todos los intereses, sólo los suyos deben ser tenidos en cuenta. Aquí aparece el principal escollo de la construcción marxista, pues con ese presupuesto de hecho la conclusión más lógica es que el marxismo ha de aparecer por sí sólo, sin que nadie lo busque. Precisamente Marx, con lógica germánica, sostenía exactamente esto (afortunadamente, pues cuando un alemán pone manos a la obra no hay quien le pare) y en consecuencia no se dedicó más que a propagar la buena nueva. Todo ello se basa en el estudio, cómo no, de las contradicciones del modelo de acumulación de capital, y si bien las conclusiones que extrajo no pueden considerarse especialmente afortunadas, no cabe duda de que el análisis que Marx realiza del capitalismo industrial es excelente. A partir de ese momento una nueva rama del saber había surgido, y con ella más problemas todavía.

Desviaciones marxistas. Casi más importante que el marxismo en sí son las desviaciones que ha sufrido. En primer lugar el marxismo ha permitido, dado que propugna un análisis de la infraestructura social que nos iluminará sobre los motivos que mueven a ésta hacia "el eso", que todas las ramas del saber se beneficien de su influjo. Hay una historiografía marxista, una psicología marxista, una física cuántica maxplanquista y hasta un deporte marxista (el practicado con excelentes resultados en la RDA, que analizaba la infraestructura biológica del éxito deportivo, concluía que residía en ser hombre y convertía a sus atletas femeninas, con impecable lógica marxista, en hombres). Todo puede ser analizado desde una óptica marxista y crear una rama específica. Este es el motivo del éxito del marxismo en todas las disciplinas universitarias, en las que es básico crear y pertenecer a escuelas. ¿Cómo desaprovechar algo como el marxismo, que sin grandes esfuerzos permite desarrollar una y hasta varias corrientes doctrinales? Porque gracias a que Marx nunca pasó a la acción la génesis de la práctica marxista ha correspondido a muy diferentes sujetos. Esto permite al verdadero estudioso iniciar apasionantes discusiones sobre el maoísmo, el leninismo, el estalinismo, el castrismo, el trotskysmo y muchas más divertidas variedades. El marxismo es un mundo de grandes posibilidades que cualquier intelectual universitario sabe aprovechar.

Culturilla marxista. El marxismo, en la actualidad, ha perdido su significado político. Los ejercicios de buena voluntad basados en la bondad intrínseca del proletariado han sido un fracaso. Ciertos estudiosos descubrieron con pavor, cuando vieron a un proletario después de años de pontificar sobre él, que el sujeto en cuestión era incapaz de agradecer los beneficios que la sociedad organizada al modo marxista le proporcionaba y que sorprendentemente no se
ponía de buena gana a trabajar por el bien de la sociedad del materialismo dialéctico. En vista de que todos esos intelectuales tampoco estaban por la labor de arrimar el hombro y aportar ellos el trabajo necesario las experiencias meramente voluntaristas fueron un fracaso. La nueva constatación del fiasco de la concepción rousseauniana del ser humano condujo, como casi siempre, a buscar las viejas y eficaces soluciones de Hobbes. Dado que los proletarios, en su ignorancia, no eran capaces de asumir los beneficios del marxismo éste fue impuesto por la fuerza con una eficacia fuera de toda duda. Estas experiencias están a punto de acabar en todo el mundo, pues el germen del imperialismo capitalista ha acabado por triunfar en un mundo donde ya no hay valores. ¿Todo el planeta está colonizado? No, todavía hay un grupo de resistentes que, amparados eso sí, en las comodidades de la sociedad de consumo, resisten
aún y siempre al invasor. Se trata de los últimos reductos de culturilla marxista, que siguen reivindicando al Che, Castro, a las dictaduras populares etc. Se les reconoce fácilmente porque tienen tendencia a hablar con pasión de los excepcionales sistemas sanitarios o educativos de Cuba o Polonia, que permiten a sus habitantes disfrutar de una esperanza de vida y un nivel de alfabetización casi del 80% de países como España. Pero, más allá de reivindicaciones de tipo sentimental, el marxismo es hoy un cadáver político. "El eso" ha acabado siendo un muerto. Probablemente nunca fue mucho más.

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FUENTE:http://www.lapaginadefinitiva.com/politica/marxismo.htm

Marxismo y educación

Introducción

Para Marx poder entablar o provocar una revolución contra el sistema que tanto critica, como el capitalismo, necesita de la educación y del trabajo para liberar a la sociedad.

Es por esto que propone un pensamiento mas enfocado a lo pluralista. Marx dice que "lo que yo hago de mi, lo hago para la sociedad" , aun cuando parece actuar como individuo aislado porque los medios que usa (lenguaje, etc) son sociales y su actividad tiene siempre directa o indirectamente una influencia sobre la sociedad.

Para lograr esto toma la escuela como una base, proponiendo en ésta un cambio, dando un enfoque ateo, mas inclinado a las ciencias exactas (empírico) ya que para él todo lo espiritual relacionado con Dios provoca que el hombre se pierda a si mismo (alineación religiosa), así también igualdad para todos, es decir, toda escuela debe ser equitativa con las mismas oportunidades.

En el Marxismo la educación o sistema educativo es una forma de revolución, y a partir de ésta empieza a desarrollar el cambio del hombre aliejenado hacia el hombre total, crear, intervenir en la historia, pensar y actuar para los demás.




Marxismo y educación

La perspectiva de Marx consiste en una enseñanza que se base únicamente en cosas ciertas y en instrumentos para su adquisición y su uso. Pero, ¿es en realidad cierta y absoluta esta distinción? ¿Y no hay cabida definitivamente en la enseñanza para las ciencias mentales?

La distinción entre ciencias humanas y ciencias matemático-naturales, entre materias literarias y materias científicas, entre las artes del trivio y del cuadrivio, artes sermocinales y artes reales. ¿Acaso están desprovistas de "voz" estas ultimas? Por ejemplo, y para mantenernos en el campo de la enseñanza ¿comportan las matemáticas modernas discusiones menores que la historiografía? Resulta evidentemente ilusoria toda discusión rigurosa que sea llevada junto a esta discriminante de lo opinable y de lo cierto.

De todos modos, nos parece que el discurso de Marx, fundado en este distinción, no es arbitrario; tiende a excluir de la enseñanza toda propaganda, todo contenido que no sea una adquisición inmediata de saber, tiende a construir una enseñanza rigurosa de nociones y de técnicas.

- Escuela y sociedad

Para Marx la estructura escuela queda esencialmente destinada al conocimiento de lo que es necesario al hombre en el "reino de la necesidad"; lo demás, lo que le coloca en el "reino de la libertad", él, muy lejos de negarlo, lo remite mas bien a la vida cotidiana, en el trato espiritual con los adultos. Estamos, en definitiva, frente a una determinada concepción de la relación escuela-sociedad, del sitio de la escuela --- lugar de trabajo de los niños --- puede tener en ésa. Marx, frente a la tendencia objetiva de la industria de su tiempo a atraer a niños y adolescentes de ambos sexos al trabajo de la producción social --- una tendencia, según él, progresiva, saludable y justa, a pesar del modo horrible como se realizaba bajo el dominio del capital ---, la consideraba como un hecho permanente, inherente al sistema de producción moderno, correspondiente a una "situación racional de la sociedad". Por otra parte, ¿no había atraído siempre, todo sistema de producción en su actividad también a los niños? Frente a esta tendencia objetiva y progresiva, planteaba la demanda --- que surgía también de la realidad --- de asociar ya la enseñanza al trabajo de fabrica. El papel social de la escuela se configura pues, sobre todo para él, como una integración de la fabrica, así como el aprendizaje de los oficios era una integración del taller artesano.

- El carácter de clase del sistema de enseñanza en la sociedad burguesa

Las tesis fundamentales marxistas respecto de la educación en el capitalismo se basan en la tesis de su carácter de clase, que esta encubierto por la fraseología ideológica. La educación es un instrumento en manos de la clase dominante que determina su carácter adecuadamente a los intereses de clase, así como el ámbito que abarca la enseñanza para su propia clase y para las clases oprimidas. Pero como la burguesía presenta al capitalismo como la realización completa del orden de vida "natural y racional", el sistema de enseñanza y educativo que en realidad es un instrumento de sus intereses, se embellece con bonitas frases acerca de la libertad y de las posibilidades de desarrollo. Marx desenmascara constantemente esta cuestión e indica también lo que significa realmente la enseñanza en la sociedad capitalista para las distintas clases.

- La educación y enseñanza de los hijos de los obreros en el capitalismo

El carácter de clase de la enseñanza burguesa se manifiesta todavía con mayor claridad al ocuparnos de la enseñanza que se concede a los hijos de obreros y campesinos y no la que la burguesía reserva para sus propios hijos y los de la nobleza. La educación de los hijos de la clase dominante se basa en la mentira y el fraude, y la educación para los hijos de la clase oprimida, en lo indispensable. Sin embargo, lo que es indispensable lo deciden los capitalistas y no las necesidades de los niños o las necesidades generales de la sociedad .

Marx da en El Capital ejemplos convincentes de la miseria y explotación de las familias obreras, que se ven forzadas a alquilarse a los capitalistas como fuerza de trabajo "barata". Los capitalistas consideran que "la jornada de trabajo abarca las 24 horas del día, descontando únicamente las pocas horas de descanso, sin las cuales la fuerza de trabajo se negaría en absoluto a funcionar. Nos encontramos con la verdad de difícil comprensión que el obrero no es, desde que nace hasta que muere, mas que fuerza de trabajo ; por tanto, todo su tiempo disponible es, por obra de la naturaleza, y por obra del derecho, tiempo de trabajo y pertenece, como es lógico, el capital para su incrementación.


La escuela y la iglesia

Marx, en este sentido, es insistente en decir que la escuela debe estar desligada de la iglesia. Su argumento es claro: "materias que admiten una interpretación de partido o de clase", que, como la economía política o la religión, "admiten conclusiones diferentes", no deben encontrar sitio en las escuelas de ningún tipo. En la escuela hay que enseñar materias tales como las ciencias naturales y la gramática, que "no verían al ser enseñadas por un creyente o por un libre pensador"; todo lo demás, los jóvenes deben aprenderlo de la vida, del contacto directo con la experiencia de los adultos.


La escuela y el estado

El punto de vista de Marx resulta claro y actual todavía hoy día. A la concepción de quienes, por estatolatria o por estatofobia --- la cosa poco importa --- no saben imaginar la enseñanza estatal si no es como una enseñanza controlada por el gobierno, replica con la evidente, pero con frecuencia olvidada observación, de que Estado y gobierno son dos cosas diversas, y que "la enseñanza puede ser estatal sin estar bajo el control del gobierno". Observación evidente, pero a menudo olvidada. No faltan, es cierto, ejemplos en nuestro o en otros países con diversos regímenes sociales, de enunciaciones (diferentes o simplemente contrarias en sus fines, por parte liberal, clerical o socialista) en las que se deplora, se desea o se realiza el estatalismo siempre dentro del esquema de una sustancial identificación Estado-gobierno.


Análisis

Además de discriminar las ramas inexactas, Marx nos plantea distintos puntos respecto del sistema educacional.

Primero, nos encontramos con una separación del Estado de la escuela. No obstante, ésta última debe estar, según Marx, supervisada por su Estado, mas sin

ningún tipo de intervención en lo que a enseñanza se refiere.

Lo mismo nos señala de la Iglesia , la que debe estar absolutamente desligada de la escuela .b Esto, dice Marx, por que en la escuela sólo deben enseñarse áreas exactas y de una sola interpretación. Las demás, se las deja al aprendizaje basado en las propias experiencias, y a su entorno cultural.

En lo que a educación en las clases sociales respecta, Marx realiza una crítica incansable a la burguesía al considerarla falsa e hipócrita. Pues de pretender constituir una sociedad de hombres iguales, en realidad se convirtió en un orden social con antagonismos de clase todavía más irreconciliables. La burguesía proclama educación igualitaria para generar un desarrollo que en lo real y concreto, sólo será de su exclusivo beneficio.


Juicio critico

Con respecto al planteamiento que hace Marx sobre la iglesia, como grupo a nosotras nos parece adecuado la existencia de escuelas desligadas de la religión ya que de esta manera la sociedad tiene la opción de elegir entre una enseñanza orientada a este aspecto o no, lo que se ve claramente en la actualidad.

Ahora bien, analizando a Marx desde el punto de vista educativo y estado, hemos encontrado contradicciones que el mismo autor propone. Por ejemplo, cuando él plantea que la educación debe ser supervisada por el estado, pero éste no puede inmiscuirse en los asuntos de enseñanza; es ahí donde nosotras nos cuestionamos ¿cómo realizar una educación mas igualitaria, si no en todas las escuelas enseñan lo mismo? Es evidente que con este sistema solo algunos se verán favorecidos, y es totalmente opuesto al pensamiento marxista.

Por otro lado, también el autor nos dice que el estado no debe pagar la educación; aquí nuevamente nos encontramos con una contradicción y con un utopismo, ya que es imposible para los pertenecientes a la clase obrera costear una buena educación para sus hijos. De ésta manera la enseñanza se convierte sólo en el privilegio de unos pocos.

En general, el pensamiento de Marx es muy utópico para la realidad actual. Tal vez existan fabulosas ideas que ayuden a la mejora del sistema. Sin embargo, el planteamiento Marxista busca una perfección prácticamente inalcanzable, considerando que su gran propósito era lograr la "igualdad" donde las oportunidades nunca alcanzaran para todos.


Aporte de grupo

Marx pensaba que el hombre era esencialmente trabajo. La actividad, y no el pensamiento, es lo que define al hombre, lo que termina convirtiéndolo en un ser humano. La dimensión práctica del hombre predomina sobre la teórica. El hombre se siente a gusto cubriendo sus necesidades, transformando la naturaleza. Así, no hay nada más inhumano que un hombre parado, un hombre sin un quehacer. Por esto, es que un hombre sin trabajo se siente inútil, insevible . Para Marx el capitalismo transforma ésta situación, pues según él, no le permite al hombre realizarse, sino que lo aliena, lo convierte en otra cosa distinta, lo deshumaniza. Esto y no otra cosa es la alienación.

Muchos piensan que el marxismo está muerto como coriente de pensamiento, y que de hecho debería dejar de explicarse en las aulas y universidades. La realidad parece haberle dado la vuelta al marxismo, el capitalismo (moderado por ocacionales intervenciones del estado), parece haber triunfado sobre el resto de teorías o sistemas. Sin embargo a nuestro alrededor seguimos viendo personas "deshumanizadas", por no tener trabajo, o por sentirse puros objetos de una cadena de producción determinada

No queremos convertir este aporte en un debate alrrededor del marxismo. Preferimos enfocar cuestiones o problemas actuales. Podemos seguir preguntándonos entonces si realmente el trabajo, en las condiciones actuales, contribuye a la realizacón humana o si, por el contrario, termina convirtiéndose en una esclavitud, en algo a lo que estamos encadenados. Y de que forma influye la educacion de hoy, en la manera en que asumimos nuestro rol laboral. ¿Vocación, o esclavitud?. El debate está abierto...


Conclusión

Marx, que criticó al socialismo utópico parece haber caído en el mismo error de pensar que tenía una fórmula del devenir de la historia, el bienestar general y el fin de la lucha de clases, las bases de su teoría son también mera intuición, no se basan en hechos concretos ni en lógica pura. El tan sólo hecho de que la burguesía haya acabado con el feudalismo no es motivo suficiente para afirmar con tal certeza que el proletariado daría lugar al comunismo. Otra observación es que Marx suponía que al cambiar las relaciones de producción o fuerzas de producción, (cosas que tampoco define claramente) también cambian los parámetros políticos, religiosos, jurídicos, etc., pero su teoría sobre el nacimiento del comunismo y la dictadura del proletariado no supone ningún cambio en las fuerzas productivas como tal, las fuerzas productivas siguen siendo las mismas creadas por la burguesía en aquella primera revolución industrial. La revolución en esta teoría se da pues, porque el proletariado iría poco a poco convirtiéndose en una mayoría organizada, educada, comunicada y descontenta con el sistema lo cual lo haría reaccionar contra él.

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Humanismo

Es una tendencia que se produjo durante el renacimiento. Produjo el amor y el culto a la antigüedad clásica, y se considera como un ejemplo de afirmación de la independencia del espíritu humano y de su valor autónomo y dignidad.. Es el movimiento que estudia la cultura antigua ya que se entendió que sólo esta podía hacer del hombre un verdadero ser "humano". En el Humanismo se rompió con las tradiciones escolásticas medievales y se exaltaba en su totalidad las cualidades propias de la naturaleza humana, pretendía descubrir al hombre, ponerlo en alto y dar un sentido racional a la vida tomando como maestros a los clásicos griegos y latinos, cuyas obras exhumó y estudió con entusiasmo.

En este movimiento se promovió la resurrección de la cultura antigua grecorromana. El amor por lo antiguo no fue solo a las letras, sino que también hubo amor por las artes plásticas y al modo general de la vida humana.
Según Burckhardt, el humanismo significa el descubrimiento del hombre en cuanto a hombre y la reafirmación de todo lo humano, tanto en el sentido del individualismo como en el sentido de la humanidad.
El humanismo representó el transito a la época moderna, y significo para la época crítica del renacimiento un afán y un deseo, mas que un ideal preciso.

En la actualidad se ha empezado a manifestar una tendencia humanista, pero no como la resurrección de la antigüedad clásica, sino como manifestación de un nuevo ideal humano debido a la irrupción de una crisis en la modernidad. El humanismo intenta sustituir la noción renacentista y moderna de la persona, cambiándola, haciendo del humanismo un imperativo de respeto a la personalidad humana, al hombre en cuanto a portador del espíritu.


Karl Marx fue, junto a Friedrich Engels, el fundador del socialismo científico. Autor del Manifiesto Comunista y de El capital, ambas obras se convirtieron en el sustrato ideológico de dicho movimiento, que pronto pasaría a ser conocido por el nombre de comunismo, convirtiéndose finalmente en una filosofía.


Humanismo Marxista:"Alineación y principales ideales Marxistas"
El marxismo comenzó siendo una teoría de la lucha de las clases basada en las relaciones sociales especificas de la producción capitalista.


El marxismo no quiere ser una teoría filosófica solamente, sino que quiere unir teoría y práctica para transformar la sociedad.

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FUENTE:http://html.humanismo-marxista.html

Materialismo histórico

La concepción materialista de la historia (también conocida como materialismo histórico, término inventado por el marxista ruso Georgi Plejánov), es un marco teórico creado por Karl Marx y aplicado originalmente por él y por Friedrich Engels para analizar científicamente la historia humana.

Aunque el materialismo histórico en bloque es inseparable del comunismo marxista, historiadores, sociólogos e intelectuales no ligados al comunismo marxista han tomado elementos del materialismo histórico para elaborar sistemas y enfoques materialistas para el estudio de la historia humana.

Contenido
1 Definición
2 Antecedentes
3 La génesis del materialismo histórico
4 La aplicación científica y política
5 El devenir posterior del materialismo histórico en el marxismo
5.1 Engels y el materialismo histórico
5.2 De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva
6 Otros enfoques materialistas de la historia
7 Véase también
8 Referencias

Definición

En la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.

Karl Marx, Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859)

Antecedentes

La teoría materialista de Marx reconoce múltiples influencias intelectuales y sociales

Del filósofo alemán G. W. F. Hegel, su método dialéctico.

De los filósofos materialistas de la Ilustración, la idea de la influencia de las circunstancias y de la educación sobre las personas.

De los historiadores franceses del periodo de la Restauración, los conceptos de clase social y lucha de clases.

Del economista inglés David Ricardo la fundamentación económica de las contraposiciones de clase y la teoría del valor-trabajo.
Del socialista francés Pierre-Joseph Proudhon el énfasis en el proletariado como la clase revolucionaria de la época.

Del socialismo reaccionario, la crítica amarga de los ideales del liberalismo.
Del socialismo de Sismondi, la crítica de las consecuencias antisociales del régimen burgués.

De la izquierda hegeliana y de Feuerbach, la crítica de la filosofía especulativa y la idea de la religión como resultado de la autoenajenación de la esencia humana.[5]
De la revolución francesa y de Blanqui, la doctrina de la dictadura revolucionaria.
De los cartistas ingleses, la importancia de la lucha política para la clase obrera.
Del socialismo utópico, sus objetivos últimos: abolición de las clases sociales.
La génesis del materialismo histórico
Marx mismo detalló, en su Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política (1859),[6] el itinerario de sus estudios que le llevaron a formular su concepción de la historia y a desarrollarla con su amigo y camarada Engels.

El primer trabajo emprendido para resolver las dudas que me azotaban, fue una revisión crítica de la filosofía hegeliana del derecho, trabajo cuya introducción apareció en 1844 en los "Anales francoalemanes", que se publicaban en París. Mi investigación me llevó a la conclusión de que, tanto las relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel siguiendo el precedente de los ingleses y franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de "sociedad civil", y que la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política. En Bruselas a donde me trasladé a consecuencia de una orden de destierro dictada por el señor Guizot proseguí mis estudios de economía política comenzados en París.
Marx también detalla, en el mismo texto, el desarrollo de esta nueva concepción de la historia a partir de su cooperación intelectual con Engels. Cita como textos que utilizan esta concepción a:

El bosquejo de Engels sobre la crítica de las categorías de la economía política (publicado en los Anales franco-alemanes).
El libro de Engels La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845).
La ideología alemana, primer texto de Marx y Engels, inédito (1846).
El Manifiesto del Partido Comunista, de 1847, junto con Engels.
Discursos sobre el librecambio.
Miseria de la Filosofía, obra polémica publicada en 1847 y dirigida contra el libro de Proudhon Filosofía de la Miseria.

Entre las categorías teóricas centrales del materialismo histórico se encuentran: fuerzas productivas, relaciones de producción, modo de producción, explotación, alienación, lucha de clases, plusvalor, y fetichismo de la mercancía.
La aplicación científica y política
El materialismo histórico marxista investiga la sociedad humana sin presupuestos ideológicos, partiendo de los individuos empíricos y las relaciones que establecen entre ellos.[7] A diferencia de los enfoques que muestran al capitalismo como un sistema estático o como el producto de una evolución "natural" del ser humano, la investigación histórico-materialista revela su carácter histórico y por lo tanto transitorio en el desarrollo de la humanidad.

Marx y Engels aplicaron esta nueva concepción de la historia al análisis de los hechos políticos y sociales del pasado y de su época y a la creación de una nueva corriente del socialismo, que a la toma de partido por el comunismo y la lucha de clases proletaria sumaba el estudio científico de la sociedad burguesa y de la transición de ésta a la sociedad comunista.[8] Al explicar las revoluciones políticas y sociales por la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción y por la lucha de clases, Marx y Engels combatieron tanto la visión burguesa de la historia basada en la historia de las ideas y de los "grandes hombres" como las corrientes socialistas que deducían la lucha por el socialismo de los ideales abstractos de Justicia, Libertad e Igualdad.[9] El desarrollo revolucionario de las fuerzas productivas bajo el capitalismo hacía posible que todas las necesidades humanas fueran satisfechas, y que el desarrollo de la producción prescindiera de la división de la sociedad entre clases explotadoras (poseedoras de los medios de producción sociales) y clases explotadas (obligadas a mantener a las clases explotadoras mediante el plustrabajo). Con este planteo, el comunismo podía concebirse como necesidad histórica en vez de como aspiración utópica, ya que las mismas contradicciones internas del capitalismo generaban la necesidad de revolucionar las relaciones de producción burguesas y creaban al sujeto histórico capacitado para tal misión: el proletariado.

De esta manera, el materialismo histórico tal como lo formuló Marx se encuentra indisolublemente vinculado a la lucha de la clase proletaria por el comunismo.[11] Esto no significa que sus conclusiones (sobre todo en el campo económico) no sean científicas, sino que no están dirigidas a constituir una ciencia positiva "neutral", sino un conocimiento científico útil para la emancipación proletaria.El devenir posterior del materialismo histórico en el marxismo
Engels y el materialismo histórico Tras la muerte de Marx, Engels prosiguió con su actividad política y con su actividad intelectual en la aplicación y la divulgación de la concepción de la historia desarrollada por Marx y él. En su obra Del socialismo utópico al socialismo científico de 1880 dice:

La concepción materialista de la historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los hombres en clases o estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y cómo lo produce y por el modo de cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trata. Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sinrazón y la bendición en plaga, esto no es mas que un indicio de que en los métodos de producción y en las formas de cambio se han producido calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social, cortado por el patrón de condiciones económicas anteriores. Con ello queda que en las nuevas relaciones de producción han de contenerse ya -más o menos desarrollados- los medios necesarios para poner término a los males descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad.

Sin embargo, ya en vida de Marx hubo epígonos que distorsionaron esta concepción convirtiéndola en un mero determinismo económico. Engels denuncia esta situación en su carta a Joseph Bloch de 1890, en la cual, si bien reivindica que la causa última de los cambios sociales se encuentra en las condiciones económicas, esto no significa que esta influencia sea unilateral e inmediata ni que pueda explicarse cada cambio social a partir de la economía. Engels admite que esta malinterpretación economicista del materialismo histórico se debe a que, en su polémica con los socialistas utópicos y con otros sectores que negaban la influencia de la economía, Marx y él se vieron obligado a resaltar el rol de las condiciones económicas sin darle la importancia que se merecía a las condiciones extra-económicas.[14]

De teoría revolucionaria del proletariado a ciencia positiva

Karl Korsch ha argüido en sus obras Marxismo y filosofía (1923) y Karl Marx (1938) que el materialismo histórico marxiano tal como fue heredado por la socialdemocracia alemana dejó de ser una teoría crítica con finalidades prácticas para pasar a ser una doctrina de análisis positivo de la realidad y, por lo tanto, el fundamento de una ciencia positiva. Según Korsch, esta desviación dogmática tiene su raíz en el marxismo original, debido a su dependencia de la filosofía heredada de la burguesía y la influencia en Marx y Engels de la tradición revolucionaria jacobina de la revolución francesa.

Debido a esta disociación entre la teoría histórico-materialista y su aplicación para la lucha de clases proletaria, se cimentó la creencia de que la dialéctica materialista marxiana podía ser utilizada como elemento para la investigación científica positiva incluso fuera de las ciencias sociales. Un ejemplo de esto es la obra de Engels Dialéctica de la naturaleza.

Otros enfoques materialistas de la historia

Fuera del campo del materialismo histórico de Marx, existen otros métodos de investigación histórica para los cuales los rasgos definitorios de las sociedades humanas y la evolución histórica de las mismas ha estado determinada o fuertemente condicionada ante todo por factores materiales (tecnología disponible, sistema de producción, características geográficas y climáticas). Debido al intento de establecer las ideas del materialismo histórico de modo independiente a la versión marxista del mismo, se han acuñado términos nuevos como: materialismo cultural, funcionalismo ecológico, determinismo geográfico, determinismo económico, y otros, que pueden ser considerados como concepciones materiales de la Historia. Diversos autores académicos como Jared Diamond o Marvin Harris han tratado en detalle la evolución histórica de extensas áreas geográficas, y tratado de explicar rasgos definitorios de la sociedad a partir de factores materiales, señalando que este tipo de factores son los preponderantes cuando se trata de entender la evolución de las sociedades y las civilizaciones.
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La economía marxista

En su labor política y periodística Marx y Engels comprendieron que el estudio de la economía era vital para conocer a fondo el devenir social. Fue Marx quien se dedicó principalmente al estudio de la economía política una vez que se mudó a Londres. Marx se basó en los economistas más conocidos de su época, los británicos, para recuperar de ellos lo que servía para explicar la realidad económica y para superar críticamente sus errores.

Vale aclarar que la economía política de entonces trataba las relaciones sociales y las relaciones económicas considerándolas entrelazadas. En el siglo XX esta disciplina se dividió en dos.

Marx siguió principalmente a Adam Smith y a David Ricardo al afirmar que el origen de la riqueza era el trabajo y el origen de la ganancia capitalista era el plustrabajo no retribuido a los trabajadores en sus salarios. Aunque ya había escrito algunos textos sobre economía política ( Trabajo asalariado y capital[1] de 1849, Contribución a la Crítica de la Economía Política[1] de 1859, Salario, precio y ganancia[1] de 1865) su obra cumbre al respecto es El Capital.

El capital ocupa tres volúmenes, de los cuales sólo el primero (cuya primera edición es de 1867) estaba terminado a la muerte de Marx. En este primer volumen, y particularmente en su primer capítulo (Transformación de la mercancía en dinero), se encuentra el núcleo del análisis marxista del modo de producción capitalista. Marx empieza desde la "célula" de la economía moderna, la mercancía. Empieza por describirla como unidad dialéctica de valor de uso y valor de cambio. A partir del análisis del valor de cambio, Marx expone su teoría del valor, donde encontramos que el valor de las mercancías depende del tiempo de trabajo socialmente necesario para producirlas. El valor de cambio, esto es, la proporción en que una mercancía se intercambia con otra, no es más que la forma en que aparece el valor de las mercancías, el tiempo de trabajo humano abstracto que tienen en común. Luego Marx nos va guiando a través de las distintas formas de valor, desde el trueque directo y ocasional hasta el comercio frecuente de mercancías y la determinación de una mercancía como equivalente de todas las demás (dinero).

Así como un biólogo utiliza el microscopio para analizar un organismo, Marx utiliza la abstracción para llegar a la esencia de los fenómenos y hallar las leyes fundamentales de su movimiento. Luego desanda ese camino, incorporando paulatinamente nuevo estrato sobre nuevo estrato de determinación concreta y proyectando los efectos de dicho estrato en un intento por llegar, finalmente, a una explicación integral de las relaciones concretas de la sociedad capitalista cotidiana. En el estilo y la redacción tiene un peso extraordinario la herencia de Hegel.

La crítica de Marx a Smith, Ricardo y el resto de los economistas burgueses residen en que su análisis económico es ahistórico (y por lo tanto, necesariamente idealista), puesto que toman a la mercancía, el dinero, el comercio y el capital como propiedades naturales innatas de la sociedad humana, y no como relaciones sociales productos de un devenir histórico y, por lo tanto, transitorias. Junto con la teoría del valor, la ley general de la acumulación capitalista, y la ley de la baja tendencial de la tasa de ganancia, son otros elementos importantes de la economía marxista.

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FUENTE:http://es.wikipedia.org/wiki/Marxismo

MARX, CARLOS (1818—1883)

MARX, CARLOS (1818—1883)
Fundador del comunismo científico, gran revolucionario, maestro y jefe del proletariado mundial, creador de la economía política proletaria. Marx nació el 5 de mayo de 1818 en Tréveris, ciudad de la región del Rin, en Alemania. En 1841 termina ya su formación universitaria. Pronto se libera del influjo del idealismo imperante en aquel entonces. En 1842, a los veinticuatro años de edad, fue nombrado jefe de redacción de la "Gaceta renana", en Colonia. Ya entonces sostiene la idea de que se ha de suprimir la propiedad privada por vía revolucionaria, y desde las posiciones de demócrata revolucionario pasa a las del comunismo. Marx escribió que el trabajo en el periódico "ha dado los primeros impulsos a mis estudios de las cuestiones económicas", Marx pudo crear el comunismo científico y la economía política proletaria tan sólo gracias a que el capitalismo y el movimiento obrero habían alcanzado un determinado nivel en su desarrollo.
Hacia la década de los años cuarenta, acabó de realizarse el paso del capitalismo de su fase manufacturera a la de la gran industria maquinizada. El capitalismo no sólo dominó en Inglaterra, sino, además, en los principales países de la Europa Occidental y en los Estados Unidos. Empezaron a agudizarse las contradicciones inherentes a la naturaleza interna del capitalismo. En las condiciones creadas por la revolución industrial, la estratificación de la sociedad se efectuaba cada vez más rápidamente: la burguesía comenzó a transformarse en una fuerza reaccionaria; el proletariado aparece como fuerza política independiente que lucha contra la clase burguesa en su conjunto. La Alemania de aquellos tiempos, donde había, cristalizado una tensa situación revolucionaria, se convirtió en el nudo de todas las contradicciones del capitalismo. A ello se debe, precisamente, que Alemania pasara a ser el centro del movimiento revolucionario, la patria del comunismo científico. Marx y Engels examinaron con espíritu crítico las doctrinas de sus antecesores y llevaron a cabo una revolución en la deuda social y la pusieron al servicio de la clase más avanzada: el proletariado. Lenin escribió: "Marx fue el continuador y coronador genial de las tres corrientes ideológicas fundamentales del siglo XIX pertenecientes a los tres países más avanzados de la humanidad: la filosofía clásica alemana la economía política clásica inglesa y el socialismo francés''. Después de reelaborar críticamente todos los elementos científicos de la ciencia social precedente, Marx y Engels efectuaron un cambio revolucionario en la filosofía y crearon la filosofía proletaria. Habiendo llegado a la conclusión de que el ser social determina la conciencia social Marx mostró que lo que determina fundamentalmente la estructura toda de la sociedad son las relaciones económicas de producción entre los hombres, relaciones que, a su vez, dependen del estado de las fuerzas productivas materiales. De ello infirió Marx la conclusión de que el análisis de las relaciones económicas y de las leyes económicas objetivas que les son propias es de una importancia primordial.
Marx y Engels analizaron brillantemente las leyes económicas del capitalismo. Imprimieron un viraje revolucionario a la teoría económica al crear la economía política proletaria auténticamente científica. Como indica Lenin, la doctrina económica de Marx constituye el contenido esencial del marxismo. Marx elaboró su doctrina económica en lucha contra la economía política burguesa y pequeñoburguesa, partiendo de la asimilación crítica de todo cuanto había dado la historia precedente de las ciencias sociales. Las concepciones económicas del joven Marx hallaron su reflejo en el libro "La Sagrada Familia" (1845), escrito en colaboración con Engels. Se trata de un trabajo eminentemente filosófico, pero en él se examinan también cuestiones de economía política. Precisamente en este libro Marx y Engels se aproximan a la teoría del valor por el trabajo. En los años 1844—1846, Marx trabajó con ahinco en cuestiones de economía política y escribió la "Crítica de la Política y de la economía política". El manuscrito no se ha conservado, sus borradores se editaron en 1932 en Alemania bajo el titulo de "Manuscritos económicos y filosóficos".
Se examinan en este trabajo los problemas concernientes al salario, a la ganancia, a la renta del suelo, a la propiedad, a la división del trabajo y algunos otros. Marx y Engels escribieron aun otro trabajo importante: "La Ideología alemana" (1845—1846), de gran valor para la formación de la economía política no sólo del capitalismo, sino, además, del socialismo. En 1847 Marx escribió la obra "Miseria de la filosofía" como respuesta al libro de Proudhon "Filosofía de la miseria". En dicho trabajo de Marx, la economía política proletaria da un nuevo paso. Marx trató en él, por primera vez, de la metodología de la investigación económica, es decir, elaboró los problemas de la aplicación del materialismo dialético a la economía política; puso de manifiesto la esencia de las categorías económicas de la economía política como expresión de las relaciones de producción; siguió investigando problemas como el de la división del trabajo, el de la acumulación originaria del capital, el de las tres fases de desarrollo del capitalismo, el del monopolio y la competencia el de la transformación de la lucha económica en lucha política, y otros.

Hace Marx una valiosa contribución al desarrollo de la economía política con su obra "Trabajo asalariado y capital" (1849). Se formula en ella la ley del valor, se demuestra que esta ley actúa a través de las fluctuaciones de los precios en torno al valor; se enuncia la definición clásica del capital como relación de producción, se explica la esencia del fetichismo de la mercancía, etc. Corona la labor científica de Marx y Engels en la década del cuarenta el "Manifiesto del Partido Comunista" (1848), escrito por los dos conjuntamente y por encargo de la "Liga de los Comunistas". En esta obra se exponen de modo coherente bajo la forma de conclusiones clásicas los resultados de las investigaciones llevadas a cabo por los fundadores del marxismo en diversas esferas del conocimiento, en particular en el campo de la economía política; se ofrece una concepción científica integral y un programa de acción combativo del proletariado. Los trabajos de la década indicada inician el estudio de los problemas de economía política sobre la base del nuevo método y presentan a la luz del materialismo dialéctico las categorías económicas más importantes. En 1859 Marx publicó el libro "Contribución a la critica de la economía política", en el que se tratan circunstanciadamente los problemas de la mercancía y el dinero, del doble carácter del trabajo y de la mercancía fuerza de trabajo, del capital constante y variable, de la teoría de la plusvalía. En 1863 redactó Marx un nuevo manuscrito voluminoso que constituye, por su contenido, un esbozo de los cuatro tomos de "El Capital". La parte fundamental de dicho manuscrito se ha publicado bajo el título de "Teorías de la plusvalía". El manuscrito no se editó en vida de Marx ni de Engels.

Lo publicó en 1905—1910 Kautsky, quien se permitió introducir tergiversaciones revisionistas al redactarlo; tan sólo casi 100 años después de haber sido escrito, este trabajo se ha editado en la U.R.S.S. tal como lo compuso Marx. En 1867 vio la luz el primer tomo de "El Capital". Marx trabajó mucho en la segunda edición de ese primer tomo, preparó las ediciones alemana y francesa, mas no pudo realizar toda la labor necesaria para la publicación de la obra entera, su principal trabajo científico. El colaborador y amigo más próximo de Marx, Engels, llevó a cabo una labor ingente con el fin de preparar para la edición los tomos II y III de "El Capital''. El tomo II vio la luz en 1885; el III, en 1894, poco tiempo antes de la muerte de Engels. Con "El Capital" se llevó a su término la transformación revolucionaria de la economía política y se creó la economía política proletaria. El primer tomo de esta obra está dedicado al análisis del proceso de producción del capital y versa sobre el problema cardinal de la investigación: el origen y la producción de la plusvalía, la teoría de la cual "constituye la piedra angular de la teoría económica de Marx" (V.I. Lenin). El segundo tomo está dedicado al análisis del proceso de circulación del capital. En el tercer tomo se analizan la producción capitalista y la circulación en su conjunto, y las formas en que la plusvalía y las relaciones del capitalismo se presentan en la superficie de la sociedad burguesa. El cuarto y ultimo tomo contiene la historia crítica de la economía política. La investigación de las leyes de la producción capitalista permitió a Marx determinar el lugar de esta última en la historia del desarrollo de la sociedad humana, mostrar que es inevitable el hundimiento del capitalismo y su sustitución por el comunismo. Marx demostró que el capitalismo prepara todas las premisas materiales de la revolución socialista a la vez que crea a su propio sepulturero: el proletariado. La teoría de la revolución proletaria, socialista, y la doctrina sobre la dictadura del proletariado constituyen las conclusiones fundamentales de toda la actividad científica y revolucionaria de Marx.

Los enemigos del comunismo han declarado en más de una ocasión que, en la actualidad, el capitalismo analizado por Marx ha cambiado radicalmente de naturaleza, por lo cual, afirman, las conclusiones de Marx han caducado. Mas la vida demuestra todos los días que el carácter fundamental del capitalismo no ha variado, no han desaparecido sus contradicciones básicas ni la explotación de los trabajadores. También hoy en día las ideas directrices de "El Capital" alientan a la clase obrera de todo el mundo en la lucha revolucionaria y ejercen un influjo inmenso sobre todo el decurso de la historia mundial. En "El Capital", no sólo hallamos la explicación del pasado, sino, además, la previsión científica del futuro, la caracterización de la actividad revolucionaria de las masas trabajadoras que conduce al capitalismo a su inevitable hundimiento y a su sustitución por el comunismo. La victoria de las ideas marxistas ha hallado su manifestación en la Gran Revolución Socialista de Octubre, en la formación del sistema mundial del socialismo. Marx puso los cimientos de la economía política del comunismo. En las obras de Marx y ante todo en su "Critica del programa de Gotha" (1875), se exponen los rasgos fundamentales del comunismo. El nombre de Marx sobrevivirá a los siglos. "La doctrina de Marx es todopoderosa porque es verdadera" (V.I. Lenin).

Se apodera cada vez más de las masas populares y constituye una grandiosa fuerza material. Ninguna doctrina, ninguna teoría ha desempeñado ni ha podido desempeñar, en la historia de la humanidad un papel semejante. Después de la muerte de Marx y Engels, Lenin elevó el marxismo a un nuevo estadio, lo desarrolló en su aplicación a las nuevas condiciones. La doctrina grande y victoriosa, del marxismo-leninismo se enriquece con la nueva experiencia de la lucha de los países que construyen el socialismo y el comunismo, de la lucha del movimiento obrero revolucionario en los países capitalistas y del movimiento de liberación nacional contra el yugo del imperialismo. Los partidos marxistas-leninistas, generalizando esta experiencia, aportan una nueva contribución a la teoría marxista—leninista.

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FUENTE: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/m/Marx.htm